LOS ORÍGENES DE TORRES DE PAULA

MARIA

¿Alguna vez se han preguntado qué pasaría si investigáramos a nuestros antepasados?

Debo decir que no es tarea fácil, pues actualmente vivimos en una sociedad donde el internet y los registros a buen resguardo nos aportan todo tipo de información, pero cuando empezamos a indagar en nuestros abuelos, bisabuelos y tatarabuelos ya la cosa se complica; la época cambia y pasamos de la certeza de un buen registro informático, a las historias que contaban de boca en boca las familias a lo largo del tiempo.

Queridos lectores, hoy quiero contarles mi historia, una historia que nunca tendré la certeza de su veracidad, pero les aseguro que es de lo más extraordinario que puedan leer.

Como muchos conocerán, mi nombre oficial es María Santana García, una niña que nació en Valsequillo rodeada de una maravillosa familia. Un día mi padre me confeso que mi primer apellido Santana apareció de imprevisto en el DNI de mi Abuelo Felipe, mi abuelo era un hombre conocido en el barrio de San Francisco como Felipe Torres, todos en aquella época lo llamaban así, pues mi bisabuelo Juan Torres lucía el buen apellido en sus tiempos.

Lo cierto es que las vueltas de la vida cambiaron la situación y aunque en un principio siempre pensé que había sido un asunto de confusión en el registro civil con los apellidos, cuanto más preguntaba más entendía que antiguamente pasaban cosas que no se sabían su causa y pronto pasó a ser para la familia con nuevo apellido SANTANA un gran secreto y misterio que solo unos pocos de la época que sigan en vida conocerán.

Para mí había sido un gran descubrimiento saber que, si las circunstancias de la vida no hubieran cambiado, yo no era una Santanera sino una Torres. Imagínense mi cara cuando cierto día escucho que existía otra historia de los más peculiar por parte de mi madre.

Un día en una reunión familiar con todos mis primos y tíos por parte de mi madre empezaron a bromear con el apellido García, sustituyéndolo por “De Paula”, y ese día conocí otra anécdota que lo cambiaría todo.

Para aquellos que no lo sepan, antiguamente cuando se producía una adopción, el niño acogido por otra familia perdía el apellido oficial y se le cambiaba por el de la familia que lo criaba.

Exactamente esto paso con mi tatarabuelo, según cuentan las historias y hoy en día mi familia sigue investigando, era un niño de casa cuna, procedente de buena familia que por alguna razón fue adoptado por la familia García, perdiendo así su apellido original “De Paula”, con el paso del tiempo se conoció a mi bisabuelo Manuel García Rodríguez y mi abuelo Fran García Santana, dejando un cambio en la realidad de aquel apellido.

Curioso, como un día descubres tus verdaderos orígenes, a través de historias que cuanto más buscas más dudas nos crea; así es como descubrí los que hubieran sido mis verdaderos apellidos, que por caprichos de la vida acabe siendo con mucho orgullo María Santana García y el destino así lo quiso.

Si estoy segura de algo es que seguiré investigando, pero por ahora me aferro a la idea de los cuentos e historias que han viajado por mi familia y solo algún día si el futuro lo permite encontraré la verdad.

En honor a mis antepasados, todo lo que publico y publicaré lo haré siempre en nombre de la que alguna vez pude haber sido.

M. Torres de Paula.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.