ISLA DE PARRA Y VOLCÁN

Y el viento entona en la enconada caprichosas melodías,
caricias sobre la piel quemada, arrorrós y alegorías,
corteza arrasada de fuego y lava, campo de batalla medieval
donde los demonios de la tierra aún respiran tempestad.

Aquel holocausto ascentral dejó herida tu alma
Hoy es ceniza y parra, hoy es paisaje lunar.
Y en la maldad de aquel infierno un pacto de paz
se transformó en belleza serena campos de lava y volcanes.
Anillaron las montañas con parras de tierra y sudor
mientras jugaba a malvado el viento,
pared de piedras y hoyuelos de esplendor.
La ceniza negra cubrió tus campos con un edredón de picón,
mientras las palmeras barrían el cielo y la humedad se atrapaba en tu cara.
Fue modelando el mar arrecifes y cristalinas playas.
Hoy es blanco tu habitad, negro moldeado tu paisaje.
Es horizonte al despertar, es silencio ingobernable.
Es aroma de vinos de volcán, es esencia de magnetismo adorable,
los colores de tu piel rebelde, sequedad de paletas de fuego,
suspiros de sal y bohemia en grutas encantadas,

trabajos de cincel y amor de nostalgia y esperanza
Y el sol dijo te quiero, con luz e infinita calma.
Y el mar beso tus pies y corrió libre en tus playas.
Y el volcán dejo de gritar tanta maldad en las entrañas.
Mientras los caprichos del viento siguen tocando la flauta.
Lanzarote isla de ceniza y parra,
de chínijos y hombres valientes que domaron sus montañas
que brindan con la naturaleza el pacto con sus entrañas,
Siempre quiero volver, a su infinito imán de guadaña.
Atrapado en las cenizas que prolonga mi ventana
sutil valle de hondonadas, donde el drago y los olivos , sienten estirar sus ramas.
Tierra de parras escondidas tras las piedras tostadas.
Imperio de sol y el viento, que gobiernan las montañas.
Y allá entonando canciones aparece cada alborada
un chinijo midiendo el viento, con las palmeras dobladas.
Ya no se barren los patios, ni se albean las casas,
los lagares son castillos que guardan esencia y plata.
Las bodegas son burdeles de corsarios y piratas.
Que no revelen el pacto que elaboran el sol y el viento,
que guardan en las barricas, que enaltece los momentos
aromas de malvasía, perfumes de volcán

cuantas fallas y caldo a fuego, tiene esta isla en su mar,
mar de cenizas negras que cubrieron al azar,
con el capricho del viento que no deja de soplar.
Arriba Timanfaya arde con colores de esperanza
Es un paisaje soldado con el fuego de la lava.
Las lágrimas del alisio, refrescan su piel quemada.
Son llantos de los dioses que se destilan de uva blanca.
Abajo en la concha de Famara otra mitología sagrada.
Sopla muy fuerte Eolo, Dios del viento,
vuela lejos la arena para crear sedimentos,
llenando de dunas el valle y de corteza las lomadas.
Cuanta belleza de fuego vomitado.
Supervivencia de sabida lectura.
Magia que suscita amor imantado.
Caprichos de hermosa locura.
En tus campos yermos encontré paz.
En tus agrietadas fisuras vida.
En tu paisaje lunar soñé esperanza.
En tu nostalgia errante alegría.
Quiero volver al volcán, pisar el picón que me eleva
Fuego dormido en tus entrañas
Reposo y calma en las bodegas
Rebuscando en la isla encontré rincones
Lugares escondidos entre isla de islotes
Hablando con su gente descubrí razones
Porque la emoción es Lanzarote
Caprichos de princesa amada
la rubia más morena, de las afortunadas
FELI SANTANA
*Fotos. ANDY W y VIA GALLICA*