CONTINÚAN LAS CHAPUZAS DE ASBA
Corría el mes de abril y el alcalde Francisco Atta acompañado por los concejales Paco Galván y Reino Monzón visitaban las obras de la cubierta del graderío del campo de fútbol 7.
Se regocijaban de la necesidad de tal cubierta metálica por la necesidad de que el público que asistiera a los partidos estuviesen protegidos de las inclemencias del tiempo.
Pero ocurre que al poco tiempo de la instalación de los soportes metálicos un tractor arrasó por toda la estructura retirándola desconociéndose a día de hoy los motivos de tal retirada. Se especula, por la falta de transparencia del gobierno local, que presuntamente se debe a impagos a la empresa que ejecutaba las obras, pero no existe certeza al respecto.
La realidad es que a Asba no le duele el dinero público y se van sucediendo los casos de improvisación constante en muchas de las obras públicas que afrontan y lo que deja bien a las claras su incapacidad para gestionar este municipio y se ve más a sus concejales echándose cortaditos en las terrazas de los bares que solucionando los problemas de van generando por su ineficacia.
A todas estas, el malestar es máximo entre los usuarios porque no entienden que una obra que iba por buen camino e iba a dar un toque de calidad a la instalación deportiva continúa en total abandono y no se ve señales que se vayan a ejecutar de nuevo a corto plazo.
Son constantes las chapuzas del grupo de gobierno del ayuntamiento en cuanto a la ejecución de las obras públicas y podemos enumerar unas cuantas: cancha de Correa, ampliación de obras de la piscina, aparcamientos aledaños al cementerio, aparcamientos en batería de los aledaños de la plaza Tifaritti, cambios de la circulación en calle Tenerife, etc.
Antes de estreno de muchas de ellas ya han tenido que hacer rectificaciones a cargo del erario público suponiendo ello un derroche innecesario si el diseño, control y la ejecución de las obras se hubiesen llevado a cabo solvencia y responsabilidad.
