¡CAMPEONAS!

Tayri del Pino González

Este domingo 23 chicas españolas, de las que probablemente casi nadie sepa más de tres nombres, se han convertido en noticia al conquistar un terreno que siempre ha sido de los hombres.

A mí que, como a tantas otras personas, no me gusta el fútbol, y solo veo algún partido de los llamados “importantes”, me ilusionó ver a estas chicas levantando ese trofeo. No solo por lo que significa esto a nivel profesional para ellas, si no por lo que supone para un país a nivel social.

Si un título de estas características otorga satisfacción, gloria, poder… y estamos acostumbrados/as a verlo levantar por hombres ¿Qué significa que ahora veamos a mujeres gritar aquello de “campeooonas, campeooonas…”? ¿Puede extrapolarse esta victoria a otros ámbitos de nuestra sociedad?

En España el fútbol representa en torno al 2% del PIB (lo que supone muchos millones de euros), genera más de 150.000 empleos, tiene las mayores audiencias televisivas que se conocen y sus futbolistas son casi venerados por la afición. Y hasta ahora no habíamos visto todo ese poder en manos (o tras el rostro) de un grupo de mujeres.

El fútbol además de económico y de poder, tiene un componente sociológico muy importante: el fútbol crea identidad, ya sea de un territorio o de un equipo. Cuando preguntas a alguien por cuál es su equipo te responde “yo SOY de Las Palmas” (por ejemplo). No te contesta “a mí me GUSTA el equipo de Las Palmas”. Y el lenguaje tiene mucho poder.

Teniendo en cuenta que pese a haber evolucionado mucho en los últimos diez años, aún vivimos en un país con una brecha salarial de un 14% de promedio, y con una segregación del empleo por sexo que aún se perpetúa ¿significa esta victoria que esta estructura está cambiando?

Como dice la canción de Luis Fonsi “pasito a pasito”. Lo que está claro es que lo sentí cuando oí a mujeres al día siguiente, llamando a la radio, alegrándose del triunfo de la selección femenina de fútbol, en donde una oyente contaba que una vez en la facultad (años 70) trató junto con otras compañeras, de formar un equipo de fútbol femenino, y que las ningunearon, no proporcionándoles medios, ni tan siquiera campos de fútbol (por no hablar de que por supuesto, las llamaron mari-machos), u otra contando que hace unos años su hija le pidió el álbum de cromos de la liga femenina y como no existía, tuvo que fabricarlo de forma casera, me da esperanzas de que un futuro más igualitario está por llegar.

Así que pese a los comentarios que tratan de apagar este triunfo, las declaraciones del seleccionador diciendo que “somos campeones del mundo”, o la gravísima actuación del presidente de la Federación Española de Fútbol, en una prensa que no acostumbra, y con un protagonismo atípico, esta semana las protagonistas son ELLAS.

Tayri del Pino González

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