UN SERVICIO DE LIMPIEZA EN PRECARIO

Tras casi cuatro años de concesión a la actual empresa de limpieza, el servicio singue sin funcionar dado el mal funcionamiento del mismo y el escaso rigor en el seguimiento de los trabajos que realiza.

La recogida de basura y la limpieza brilla por su ausencia existiendo muchos puntos negros en el municipio, con barrios donde el abandono es absoluto y los contenedores se pueden pasar semanas con la basura acumulada y el entorno de los puntos de recogida convertidos en verdaderos vertederos.

Muchos vecinos se quejan que “existen barrios y zonas de primera y barrios y zonas de tercera”. Mientas zonas céntricas de los núcleos más importantes son atendidos a diario, otros pagos más alejados de estas zonas tienen que sufrir la acumulación de residuos, la colmatación y reboso de los contenedores  y los malos olores.

Lejos de las promesas dadas por Asba y expresadas continuamente por Francisco Atta que tras su entrada en 2011 a regir el gobierno local insistía que el servicio iba a mejorar y sería más rentable para los valsequilleros y la institución, cercanos a los cuatro años de la concesión las cosas han empeorado sustancialmente con Ayagaures y encima pagando muchos más que a FCC, rondando la media anual entre 100.000 y 120.000 euros por encima del coste anterior.

Los valsequilleros estamos pagando los antojos y prepotencia de un grupo de gobierno que una vez llegados al poder decidieron iniciar una guerra abierta contra la FCC a pesar que el servicio funcionaba perfectamente y que la ciudadanía estaba contenta con el mismo. Pero es que además se comprometieron a fiscalizar a la concesionaria a través de una empresa externa y esto no se ha dado en ningún momento, por lo que han estado actuando a sus anchas con el consentimiento expreso de Asba y en el poco tiempo de contrato que les queda dicho control ni existe ni se le espera.

El tema del servicio de limpieza es una muestra más de la nula capacidad de gestión de Asba y que aboca al municipio a un gasto que no se rentabiliza porque  no se realiza en condiciones óptimas y supone tirar el dinero  público cuando no revierte en una mejora de la calidad de vida de la población.